viernes, 6 de diciembre de 2013

Los baños árabes de Jaén

 
 
Baños árabes

 
  • Historia: fueron construidos en el siglo XI, en 1002, aprovechando los restos de una casa o baño romano con pórtico. Posiblemente reformados en el siglo XII, debido a la presencia de restos de decoración almohade que se conservan en algunas de sus salas.Tras la conquista de la ciudad en 1246 por Fernando III, El Santo, se siguieron utilizando durante los primeros años de dominio cristiano. Entre los siglos XIV y XV desaparece su función como baño al establecer los cristianos en sus salas unas tenerías, cuyos restos permanecen aún en las Salas Templada y Caliente. Y acabaron llenos de escombros para servir de cimiento al actual Palacio.
  • Salas:
    • Vestíbulo de ingreso: cubierto con bóveda de medio cañón corrido, mostrando 18 luceras de planta de estrella de ocho puntas, construida en ladrillo. La puerta de ingreso tiene un bajo arco de medio punto. Los dos extremos de la sala están atajados mediante arco perpiaño de herradura construido en ladrillo. En los zócalos del atajo derecho aún pueden observarse restos de una tardía decoración consistente en columnillas separadas.
  • Sala fría: de menor longitud que la anterior por quedar encajada en planta entre los muros perimetrales de la sala principal de los Baños. Paralela y contigua al vestíbulo, con el que se comunica por un hueco de paso adintelado, se cubre igualmente mediante bóveda de medio cañón corrido, en la cual 12 luceras permitían la iluminación y ventilación de la sala. En el extremo derecho se abre un atajo, mientras que en el extremo opuesto existe una alcoba de planta cuadrada, que se cubre con bóveda vaída apoyada en dos arcos formeros de ladrillo y uno frontal o perpiaño, de herradura. En la restauración de esta estancia se restituyeron ambos arcos de herradura y los correspondientes elementos de apoyo, así como la pavimentación de la sala, de losas de mármol blanco. En la excavación del suelo se hallaron dos tinajas empotradas en él, muy fragmentadas.
    • Sala templada . De planta cuadrada  cubre su espacio central mediante cúpula semiesférica con pechinas, apoyada en el cuadrado organizado por ocho arcos de herradura, soportados por otras tantas columnas. De los cimacios de planta cruciforme arrancan dos arcos más de herradura, los cuales descansan en otros tantos cimacios empotrados en los muros de cierre del espacio determinado por ellos. De esta forma, se crean cuatro rincones que se cubren por bóvedas vaídas. Los espacios intermedios así creados se cubren a su vez con bóvedas de medio cañón corrido. El resultado es un conjunto de elementos portantes (arcos y columnas) y de elementos de cubrición (bóvedas y cúpulas) en perfecto equilibrio. Por otro lado, los pequeños nichos que la concavidad del ábaco determina bajo el aristado del cimacio, crea un sentido de ingravidez en el arranque de los arcos de herradura, lo cual enmascara de alguna forma la poca altura al suelo de su plano de arranque y la del propio capitel. La cúpula central, que se eleva a 5 metros sobre el fondo del pequeño estanque bajo ella, tiene 5 luceras, mientras que bajo las bóvedas de medio cañón, con 3 luceras en cada una, la altura se reduce a 4 metros. En cada bóveda vaída se abren 5 luceras. El hermoso conjunto que es la sala templada se ve ampliado por su lado SE, ya que el muro se abre en el centro para dar paso, a través de dos arcos de herradura sobre columna central y dos de entrego, hacia otra sala.
    • Sala caliente:se abren sendas alcobas en ambos extremos, cubiertas con bóvedas vaídas provistas de 5 luceras que se apoyan en el correspondiente arco perpiaño de herradura apeado sobre columnas entrego. El espacio central de la sala caliente se cubre con bóveda de medio cañón corrido, en la que se abren 15 luceras. Es interesante la forma de disminuir la temperatura del suelo de ambas alcobas. A ambos lados del hornillo se encuentran dos camarillas de planta cuadrada cubiertas con bóveda vaída, la derecha conteniendo dos tinajas para agua fría y la izquierda con un baño de asiento, para agua caliente. En la primera existe un poyo corrido para dejar las toallas, así como todo su pavimento original. En el muro de separación entre la sala caliente y la templada existe un agujero circular pasante, posiblemente para comunicación oral. En la restauración de esta sala se completó la bóveda de medio cañón corrido y se les dotó de bóvedas vaídas a ambas camarillas y a la alcoba del lado derecho, en la cual también fue necesario restituir ambas columnas entrego. Respecto al pavimento, de grandes losas de piedra caliza para soportar grandes temperaturas y el enfriamiento rápido al verter agua fría sobre él para la producción del vapor de agua, se encontró una buena parte del original, el cual se completó con losa del mismo.
                          Realizado por Guillermo Torres Priego y Ángel García Guirao

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